Pareciera que en estos tiempos, los fracasos matrimoniales se hubieran vuelto una constante entre parejas de todos los estratos, que algún día se sintieron enamoradas y hoy, se preguntan que fue exactamente lo que hicieron mal. Lo cierto es que llevar una unión feliz y estable a lo largo de los años, no es una tarea imposible, aunque sí requiere de esfuerzo y constancia.
Al analizar las razones más frecuentes que conllevan a la separación, los especialistas coinciden en las siguientes ocho maneras de mantener la relación a flote, a pesar de las adversidades:
- Ser empático con los sentimientos del otro. Es terrible que dos personas que se quieren, se guarden resentimiento o se reprochen todo el tiempo las mismas cosas. Antes de hacerlo, piensa en como se siente la otra parte y por qué hace o dice ciertas cosas.
- Conservar su independencia. Estar enamorado de alguien no quiere decir que vayas siempre donde esa persona. Darse su espacio de tanto en tanto es lo mejor que pueden hacer para mantener la relación interesante.
- Tener siempre en cuenta las virtudes del otro. Ninguna persona es perfecta e idealizar a tu compañero sentimental, te acarreará inevitables decepciones. Amar de forma sana, implica aceptar al otro con todas sus ventajas e imperfecciones, y enfocarte más en las primeras que amargarte por las segundas.
- La confianza ante todo. Jamás pretendas que tu pareja te diga con detalles todo lo que hace y con quien. La necesidad de control es un síntoma de inseguridad y destruye las relaciones al crear problemas imaginarios.
- Procurar la comunicación. Saber escuchar a tu pareja, incluso cuando te diga cosas que no son agradables de escuchar, es básico para evitar malentendidos. Cuando surja una situación difícil, no evitan hablar de ella. Coméntenla juntos.
- Enfrentar los problemas. Todas las parejas atraviesan por momentos difíciles, pero una manera errónea de afrontarlos, es huyendo de ellos o pretendiendo que la otra parte se haga cargo. Cuando se encuentren en medio de una situación complicada, lo correcto es intentar encontrar la solución juntos.
- No criticar a tu pareja. Es muy fácil hacerle ver todos sus errores, pero piensa, ¿por qué lo haces? Si te molesta algo de ella o de él, harás mejor en decirle como te sientes y porque te gustaría que corrigiera ciertos aspectos.
- Dar ambos lo mejor de sí mismos. Algo muy común en matrimonios que rompen, es quejarse a menudo de que solo una persona puso todo su esfuerzo por salvar la relación. Es responsabilidad de cada uno aportar cuanto sea posible, tanto en lo sentimental como en las cuestiones financieras o prácticas.
Recuerda ante todo, que un matrimonio es trabajo de dos personas. Cuando una sola parte empieza a quejarse, y a esperar que el otro o la otra se dé cuenta de la situación, o lo solucione por sí solo, esa es una unión que se ve desmoronando rápidamente.
¿Cuándo fue la última vez que apoyaste a tu pareja?