Una de las situaciones más comunes en el cáncer, es la imposibilidad de curarlo por detectarse cuando era demasiado tarde. Lo cierto es que muchas personas llegan a confundir síntomas que parecen inofensivos, con enfermedades pasajeras. Pero a veces son más serios de lo que se pueden imaginar.
Las siguientes siete señales, son detalles a los que conviene prestar atención ante la posible amenaza del cáncer.
- Pérdida de peso acelerada. Aunque poco sospechosa en un principio, es acompañada por anemia, obstrucción de la comida, repulsión repentina por la carne y poder satisfacerse con porciones ínfimas de alimento.
- Neoplasmas. Salen en la piel en forma de lunares que pueden cambiar de forma y color, bultos, espinillas repentinas que no son producto del acné ni de reacciones alérgicas, o lo más grave, llagas que supuran.
- Anormalidades al orinar. Tales como el cambio de color, el ardor al hacerlo, dolor de riñón, hipertensión y cansancio crónico. Cuidado, porque son indicativos de que algo va mal con tus riñones.
- Comezón. Es el síntoma más insospechado, pero ten en cuenta que si sientes picazón frecuente en los genitales, podrías estar desarrollando bultos en la matriz. Y si es en las fosas nasales, incluso algún tumor cerebral.
- Dolor en la garganta. Los problemas para respirar o tragar, la obstrucción de la laringe, sensación de pus en la boca, flemas con sangre y la pérdida de la voz, podrían indicar cáncer en esta parte del cuerpo.
- Tos. Es común que se presente con dificultades respiratorias o falta de aliento, pérdida de peso y del apetito. Normalmente se ve asociada con el cáncer en los pulmones.
- Problemas intestinales. La incontinencia, las heces con sangre o acompañadas por pus o mucosidades, son señales de alarma.
Desde el cáncer de piel hasta estomacal; síntomas como estos pueden ser un aviso.