Existen múltiples religiones en el mundo… ¿cual es la verdadera? Sin duda alguna, tenemos la respuesta para ello, «Un buen corazón es la mejor religión». O, al menos, resulta bastante lógica y convincente esta afirmación del Dalai Lama, puesto que la Paz nace desde lo más profundo de nuestro ser y se plasma en nuestros actos y palabras.
De esta manera tan sencilla y resumida podríamos entender además cual es el verdadero significado de las religiones, sean cuales sean nuestras creencias, y no es otra que la de guiarnos espiritualmente por el buen camino y hacer el bien para nosotros y nuestros semejantes en todo lo que se encuentre al alcance de nuestra mano y en la medida de nuestras posibilidades logrando obtener un gran crecimiento personal.
Siguiendo este inspirador discurso fundamental del guía espiritual Dalai Lama encontramos un elenco de frases que resultan verdaderamente motivadoras y que nos pueden servir en nuestro día a día a modo de autoayuda. A continuación te ofrecemos una selección de sus 15 mejores citas…
1. El verdadero propósito de la vida es buscar la felicidad.
2. Se amable siempre que sea posible. Siempre es posible.
3. Nuestro propósito principal en esta vida es ayudar a otros. Y si no puedes ayudarles, al menos no le hagas daño.
4. El amor y la compasión son necesidades, no lujos. Sin ellos la humanidad no puede sobrevivir.
5. Para llevar a cabo una acción positiva, debemos desarrollar una visión positiva.
6. Recuerda que a veces, no conseguir lo que quieres, es un maravilloso golpe de suerte.
7. No podemos obtener la paz en el mundo exterior hasta que hacemos la paz con nosotros mismos.
8. Dormir es la mejor meditación.
9. Todo sufrimiento es causado por la ignorancia. La gente inflige dolor a otros en la búsqueda egoísta de su propia felicidad o satisfacción.
10. El enojo, el orgullo y la competencia son nuestros verdaderos enemigos.
11. Meditar en la mañana confiere un buen estado mental que afectará positivamente el día completo.
12. Alcanzar la auténtica felicidad exige cambiar la mirada que se dirige al mundo y la manera de pensar.
13. Tanto el creyente como el no creyente son seres humanos. Debemos tenernos un gran respeto.
14. Las religiones son intentos de llevar beneficios a la gente y nunca deberían ser utilizadas como terrenos de antagonismo y violencias.
15. Un buen corazón es la mejor religión.
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Biografía del Dalai Lama, la vida de un líder espiritual
En el budismo, al líder religioso se le conoce como Dalai Lama, una reencarnación del propio Buda que viene al planeta para servir a la humanidad y mostrar el camino de la compasión a los demás. El 6 de julio de 1935, nacía en el pueblito tibetano de Takster, el que hoy en día es un ejemplo a seguir para los budistas actuales, en el seno de una familia campesina.
El décimo cuarto Dalai Lama fue reconocido como tal a los dos años de edad, tras ser visitado por varios dignatarios y Altos Lamas. Dichas personalidades fueron enviadas por las mismas autoridades tibetanas, en aras de encontrar a su nuevo dirigente espiritual, en 1938.
Para ello, habrían de hacer varias pruebas que les permitirían reconocer a la persona correcta, siempre guiados por señales que el mismo Buda haría surgir en el camino para indicarles por donde habrían de avanzar. Fue el Lama Kewtsang Rinpoché, proveniente del Monasterio Sera quien se encargó de guiarles.
Al entrar en Takster, lo primero que hicieron fue dirigirse a la casa donde encontrarían al niño. Intercambiando vestimentas como un monje de menor grado, Rinpoché se presentó como sirviente, mientras su acompañante se hacía pasar por él. Lo primero que el pequeño hizo, fue señalar el rosario del décimo tercer Dalai Lama que Rinpoché llevaba al cuello, pidiéndole que se lo tendiera. Además, fue capaz de discernir quien era el Lama verdadero y quien el monje de rango inferior.
Estas evidencias, entre otras, terminaron de demostrar su estatus como Buda reencarnado, de modo que fue anunciado como su sucesor en 1940.
Diez años después, el Dalai Lama contaba con solo 16 años cuando tuvo que asumir el poder político, al ser el Tíbet invadido por China. En 1959 se llevó a cabo el Levantamiento Nacional Tibetano para luchar por la independencia del lugar.
Optando por el exilio, el Dalai Lama se desplazó hasta la India hasta donde le siguieron más de 100,000 compatriotas refugiados.
Una vez allí se asentarían en Dharamsala, una pequeña urbe donde reside hasta la actualidad y que por su influencia tibetana es conocida por toda la región como la pequeña Lhasa.
A finales de los 80, fue muy celebrado su Plan de Paz de Cinco Puntos, en el que proponía algunas medidas para negociar con China y restaurar el orden en las partes invadidas de Asia. Pese a los elogios de otros líderes internacionales, la negociación no fue posible.