En muchas casas se ha vuelto común instalar ventanas de doble vidrio, consideradas las más seguras y resistentes para mantener una temperatura adecuada en el interior; sobre todo en invierno. Sin embargo, durante el verano las mismas se pueden convertir en un inconveniente, debido a todo el calor que llegan a encerrar.
Esto sucede porque la mayoría de las personas desconocen un truco que es tan sencillo como necesario. Se trata de aflojar un pequeño tornillo, que se encuentra ubicado en la parte inferior de los ventanales.
Esta diminuta pieza es la que se encarga de regular la presión entre los cristales. Durante los meses más fríos del año, es conveniente atornillarla para aumentar la compresión e impedir fugas de calor en cualquier vivienda. Caso contrario durante las estaciones cálidas, donde aflojarlo es ideal para permitir que la casa se refresque.
Hacer esto no solo te permitirá mantener un mejor control sobre la temperatura de tu vivienda, sino que puede ahorrarte grandes cantidades de dinero en tu factura de luz y gas.
Además de checar este tornillo dos veces por año, los expertos en mantenimiento recomiendan mantenerlo engrasado con una gotita de aceite.
Otros consejos que puedes aplicar para refrescar tu residencia son los siguientes:
- Abre tus ventanas por la mañana y por la noche. A primera hora del día y justo después del atardecer, son los mejores horarios para dejar que el aire fresco inunde tus espacios.
- Apaga tus aparatos eléctricos. Todos los que no estés usando; no hay necesidad de dejarlos conectados o encendidos todo el tiempo ya que son fuentes de calor. Con esto también puedes ahorrar energía.
- Reemplaza tus bombillas con luces LED o lámparas ahorradoras. Se calientan menos, usan una menor cantidad de electricidad y se ven mejor. Tu casa será más fresca y ecológica.