Cuando tienes un sueño, tienes que aferrarte a él y hacer todo lo posible por cumplirlo. Nadie va a regalarte nada en esta vida. Y esas son dos cosas de las que Pablo López Morales, aprendió desde su temprana infancia. Su historia de adversidad y superación, es uno de esos ejemplos que demuestran que no hay imposibles para quienes creen en un ideal.
De niño, Pablo pasó sus días en varios orfanatos de Estados Unidos, sin padres ni familiares que vieran por él. A pesar de que estuvo a punto de ser adoptado en una ocasión, el procedimiento falló y fue empujado a las calles.
Sus circunstancias lo llevaron a incurrir en la delincuencia, por lo que tuvo que pasar un período en el reformatorio en su juventud.
Luego, volvió a vivir en la calle y padeció una profunda depresión, en la que lo único que lo pudo salvar fue su amor por la música. Pablo se ganaba la vida cantando y no tardó en demostrar que contaba con un gran talento.
Fue eso lo que le permitió concursar en La Voz México durante el 2014, bajo el nombre artístico de “Jack Brown Johnson”. No era joven como otros participantes, ni parecía tener nada de especial en su aspecto a diferencia de ellos. Más cuando abrió la boca para cantar, los jueces se dieron cuenta de que estaban ante una auténtica estrella.
Verlo en el escenario es una experiencia que te llena los ojos de lágrimas.
Pablo no solo ganó la competencia televisiva, sino que tuvo la oportunidad de grabar un disco. Ni su edad, ni sus sufrimientos anteriores fueron un obstáculo para alcanzar sus sueños.
Al igual que él, todos podemos convertirnos en lo que queremos, sin importar nuestro pasado o falta de recursos.
¿Qué te parece esta historia?